Relaves sin Agua: Minera Vale le apunta a la Innovación

La reciente decisión de la minera brasileña Vale de invertir más de 12.000 millones de dólares en Minas Gerais marca un punto de inflexión en la industria minera. Con esa inversión se reabre Capanema para operar sin agua en el procesamiento, evitando relaves líquidos y por ende la necesidad de presas de relave. Es una apuesta que combina innovación, sostenibilidad y mayor seguridad geotécnica.

Los relaves son mezclas de agua, lodo y partículas finas de mineral que se depositan en grandes presas. Estas estructuras requieren vigilancia constante y concentran riesgos como filtraciones, terrenos saturados y fallas de estabilidad. Los desastres de Brumadinho y Mariana en Brasil mostraron las consecuencias de un manejo deficiente dando como resultado cientos de vidas perdias, comunidades desplazadas y ríos contaminados. En este contexto, el filtrado y apilamiento en seco (dry stacking) surge como una alternativa eficaz y de bajo riesgo.

La idea es simple. Tras la molienda y separación del mineral, los residuos se filtran hasta quedar con baja humedad (15–20 %). En lugar de bombear una pulpa hacia una presa, el material semiseco se apila y compacta por capas. El resultado es un depósito estable, sin lámina de agua y con menor riesgo. Técnicamente exige controlar densidad, humedad y estabilidad de laderas, pero elimina al principal enemigo de la estabilidad: la saturación. Además, puede reducir hasta un 80 % el consumo de agua en planta y liberar espacio antes usado por las presas de relave.

No estamos hablando de un experimento. La mina La Coipa, en Chile, aplica filtrado y apilamiento seco, mientras que el proyecto Hermosa, en Estados Unidos, opera con relaves secos bajo estándares internacionales de seguridad

¿Y Ecuador? Hoy, la gran minería del país sigue usando en buena medida sistemas húmedos con grandes espejos de agua. En un territorio montañoso y lluvioso, eso eleva la exigencia de vigilancia y mantenimiento de por vida. La pregunta no es si el dry stacking es perfecto, sino si reduce riesgos clave frente a nuestras condiciones climáticas, topográficas y sociales. ¿Deberíamos adoptar este tipo de tecnologías en Ecuador? Menos agua, menos riesgo y más trazabilidad pueden significar proyectos más estables en el tiempo.